El crujido del cuerpo

por meninanalua

El cuerpo cruje. Como si algo se rompiera dentro, o lo intentara. Como si algo empujara por salir, y no encuentra una puerta abierta. Cruje por la noche, en mitad del silencio, como los muebles viejos, como el suelo de madera. Y por las mañanas, cuando te desperezas, ahí está ese sonido. El grito mudo del cuerpo.

Es como si el cuerpo te llamara, como si quisiera que mirases dentro. Cuanto mas crecemos mas vivimos en la cabeza, y mas nos alejamos del cuerpo. Parece que al ganar altura, perdemos el contacto con todo lo que no sea nuestra mente. Pero el cuerpo sigue ahí, lo arrastramos cada día, viajamos con él, vivimos dentro. Y entonces cruje, y te llama, te susurra, te suplica, que te acuerdes de él. Porque solo cuando duele nos acordamos de él, porque hace falta que haga ruido para mirarlo.

Son como estallidos de realidad. Ese tobillo que cruje al subir las escaleras, ese hombro que estalla cuando te revuelves en la silla, la columna que se retuerce y cruje como un muelle viejo cuando te agachas a recoger las zapatillas. Y entonces te devuelve a la realidad, a la del cuerpo. Y ahí estás, crujiendo, sintiendo como el cuerpo se estira, y tú te mueves por dentro.